«La Promesa» comienza su semana con un hallazgo inesperado por parte de Petra relacionado con la cacería, y acabará en un evento crucial en el final de la semana, cuando un integrante de la familia Luján descubre la relación entre Manuel y Jana, marcando un antes y después en la trama.
Manuel y Jana descubren las mentiras de Abel
María Fernández persuade a todos los empleados a unirse a una huelga. Jana, al enterarse, intenta detener a su amiga sin éxito, ya que la decisión es irrevocable.
Manuel, determinado a desvelar los secretos de Abel, viaja a Córdoba para investigar, regresando más perturbado y sin saber que le esperan más revelaciones por parte de Abel. No será su única visita a Córdoba, ya que, instigado por Catalina, apoya la huelga de María Fernández y la lleva en avión a Córdoba para reunirse con un sindicalista. Manuel finalmente descubre las mentiras de Abel y desea confrontarlo, pero Jana le advierte sobre la prudencia necesaria ya que Abel conoce su romance.
En otro frente, Abel atiende a Pelayo, quien ha regresado anticipadamente del balneario bajo la falsa premisa de sentirse mal, en un intento de proteger a Catalina de Cavendish. Pelayo sugiere un viaje a Estados Unidos con el pretexto de visitar a Leonor.
Maria Fernandez provoca la huelga

La huelga finalmente irrumpe en «La Promesa» con el crucial apoyo de don Rómulo y doña Pía, llevando a todos los empleados a cesar sus labores. Cruz, furioso, se ve obligado a negociar, designando a Lorenzo como mediador.
Petra descubre que fue Cruz quien organizó que Feliciano y Curro fueran juntos a cazar, lo que la lleva a confrontar a su señora y luego confirmar a Ayala el papel de Feliciano como asistente de Curro en la caza. Este descubrimiento afecta profundamente a Ayala, llevándolo a besar a Petra, quien comparte con él el dolor de descubrir que alguien cercano podría estar detrás de una muerte significativa para ella.
Lope y Vera comienzan su romance

Lope y Vera finalmente se abren el uno al otro, comenzando su relación con una emotiva declaración de amor, aunque deciden mantenerla en secreto, lo que no será sencillo. Virtudes sucumbe al chantaje de Norberta y decide volver con su hermano Antoñito, apoyada por Simona, aunque su despedida es agridulce.
Catalina y Pelayo anuncian su matrimonio en dos meses, una noticia que es especialmente bien recibida por Cruz, quien ve la oportunidad de deshacerse de su incómoda hijastra. Alonso entrega a Curro una carta de la Casa Real nombrándolo Barón de Linaja, un momento que Cruz soporta lo mejor que puede.